SÁBADO 26 DE NOVIEMBRE, 18:40

Marina Tena Tena es una profesora y escritora nacida en Madrid, con raíces extremeñas. Escribe desde muy pequeña e inventa historias desde que tiene memoria, especialmente de terror y fantasía. Ha participado en muchas antologías entre las que destaca el II premio Ripley, de Triskel o Terroríficas, de Palabaristas. Es autora de las novelas Nos devoró la niebla y Brujas de arena, ganadora del premio Ignotus a mejor novela, ambas publicadas por Insólita. También ha publicado Legado de plumas, nominada a los premios Baskerville y No escuches a la Luna, ganadora del premio Ignotus a mejor novela infantil y juvenil, ambas publicadas con Literup.

Brujas de arena (Insólita, 2021)
«Brujas de arena» es una historia de aventuras y búsqueda, pero también de cómo hacerse más fuerte que la desesperación y el abandono y de cómo seguir adelante en un medio hostil. De querer y de crecer. De desierto, magia y pólvora.
Desde que la primera bruja derramó su sangre sobre la tierra, muchos años atrás, el desierto crece y devora los pueblos de los hombres. Grupos de cazarrecompensas persiguen y dan muerte a las brujas antes de que encuentren refugio en el corazón del desierto, donde la reina de las brujas ha establecido su corte.
Kilian no comparte el odio de sus vecinos por las brujas. Su madre fue una de ellas e Indivar, su hermana mayor, ha heredado su magia. Los dos hermanos malviven en Fraguas, donde él se encarga de repartir agua. Su vida es tranquila hasta que llega un grupo de cazadores e Indivar desaparece. Incapaz de asumir la idea de perderla y de enfrentarse a la soledad, Kilian se interna en el desierto en su búsqueda. Allí, su camino se cruzará con el de Zoe, más conocida como el Perro: una bruja rechazada y temida a partes iguales con la habilidad de rastrear la magia.

Nos devoró la niebla (Insólita)
Claudia ha vivido siempre en Fresneda, un pueblo donde la gente a veces desaparece, las antiguas leyendas se resisten a morir y nadie habla de la maldición que consume a sus habitantes.
Esa maldición pesa con más fuerza sobre Claudia, la única superviviente del grupo de veinticinco niños que salió de excursión y se desvaneció en la niebla. Claudia no solo perdió a sus compañeros, también a su hermana gemela, que viajaba en ese autobús. Pero si realmente desapareció, ¿por qué sigue sintiendo su presencia?
El monótono transcurrir de los días se rompe cuando se instala en el pueblo una familia nueva con una chica de la edad de Claudia, de sonrisa tan afilada como sus palabras. Conocerla la obligará a conocerse a sí misma y a buscar respuesta a algunas preguntas que nunca se había atrevido a plantear. Como por qué algunos muertos necesitan enterrar a sus seres queridos.